No ha podido haber mejor colofón para mi gira europea que el gran evento que pude presenciar ayer 30 de diciembre de 2007 en Madrid: Quique González y Fito Cabrales juntos en concierto. Dos de mis músicos preferidos del panorama pop-rock nacional (sólo se echó en falta a Don Andrés). Fue un auténtico regalo de navidad que el concierto coincidiera con mis días de vacaciones en España.
Quique estuvo tranquilo, íntimo y personal (por exigencias del guión, claro está) ya que no debía eclipsar la posterior actuación de Fito. Aunque tú no lo sepas, Backliners, Kid Chocolate, Miss Camiseta Mojada o Hay Partida fueron algunos de los temas con los que deleitó a los incondicionales. Concluyó su actuación de apenas una hora con un excelente Vidas Cruzadas que dejó un grandísimo sabor de boca incluso al apático público que había venido exclusivamente a ver al de la gorra.
Fito sublime. Un fin de gira perfecto, impecable con un sonido espectacular. Sonaron prácticamente todos los temas de su último disco con un público entregado desde la primera a la última canción. Viene y va, Por la boca vive el pez, Deltoya o Soldadito marinero: todas las canciones eran coreadas por los fieles con absoluta devoción. Cuando todo parecía perdido y las luces estaban a punto de encenderse, llegó el éxtasis con Acabo de llegar. Ese saxo hace historia cada vez que culmina esa canción.
La compañía también insuperable. Gracias Sarita, Kiko, Mirty, Pablo, Ana, Paquito y "pareja-de-desconocidos" por haberme hecho disfrutar el concierto más aún si cabe.
Quique estuvo tranquilo, íntimo y personal (por exigencias del guión, claro está) ya que no debía eclipsar la posterior actuación de Fito. Aunque tú no lo sepas, Backliners, Kid Chocolate, Miss Camiseta Mojada o Hay Partida fueron algunos de los temas con los que deleitó a los incondicionales. Concluyó su actuación de apenas una hora con un excelente Vidas Cruzadas que dejó un grandísimo sabor de boca incluso al apático público que había venido exclusivamente a ver al de la gorra.
Fito sublime. Un fin de gira perfecto, impecable con un sonido espectacular. Sonaron prácticamente todos los temas de su último disco con un público entregado desde la primera a la última canción. Viene y va, Por la boca vive el pez, Deltoya o Soldadito marinero: todas las canciones eran coreadas por los fieles con absoluta devoción. Cuando todo parecía perdido y las luces estaban a punto de encenderse, llegó el éxtasis con Acabo de llegar. Ese saxo hace historia cada vez que culmina esa canción.
La compañía también insuperable. Gracias Sarita, Kiko, Mirty, Pablo, Ana, Paquito y "pareja-de-desconocidos" por haberme hecho disfrutar el concierto más aún si cabe.
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