Rieguen sus semillas, tendrán lindas flores

Siguiendo con las crónicas amarillistas en busca de visitas fáciles, desde Spanish Korea nos hemos acercado al IRIS"International Robot Industry Show 2008" que se está celebrando estos días en Seúl. Interesante.

Corea del Sur es un país tecnológicamente puntero. En apenas 20 años, se ha convertido en uno de los grandes referentes mundiales en sectores como la automoción o la industria naval, así como en otros sectores fuertemente relacionados con la I+D como la biotecnología, la nanotecnología o la robótica. En este sentido, desde el gobierno se han apoyado las iniciativas empresariales y de investigación más ambiciosas con importantes incentivos fiscales, subvenciones y planes tecnológicos de colaboración con otros países con el fin de adquirir "knowhow" y competitividad internacional.

Robot ataviado con la última robo-túnica del modisto surcoreano André Kim

Es inevitable hacer ejercicios comparativos entre Corea del Sur y España. Desde que llegué aquí hace ya un año, no he parado de hacerlo. A pesar de que ambos países se encuentran en posiciones muy cercanas en el ranking económico de países OCDE (11º puesto para España y 13º para Corea del Sur), la realidad es que en el campo de la investigación científica existe una abismal diferencia entre las dos naciones.

Mientras que el sistema surcoreano, impulsado ya desde los años 80 desde las principales instituciones, está recogiendo los frutos de una apuesta firme por el desarrollo y el progreso científico y tecnológico; la comunidad científica española se muere lentamente asfixiada por la ausencia de recursos, la pasividad gubernamental y la fuga de cerebros. Dos modelos que podrían parecer antagónicos.

No parecen haberse dado cuenta aún en algunos despachos ministeriales que España hace tiempo que dejó de ser "jamón y aceite" para convertirse en una economía de servicios e industria. Son precisamente éstos últimos bienes industriales de alto valor tecnológico los que dan la cara en el extranjero y "sostienen" nuestra débil balanza comercial.

En el extranjero es un hecho; pero posible que la mayoría de españoles desconozca que España es un país puntero en tecnología aeroespacial, energías renovables, tratamiento de residuos sólidos y aguas, o gestión de infraestructuras entre otros muchos sectores. Sin embargo, por lo general ello no ha sido el resultado de una política estatal coordinada y una apuesta firme por la I+D ibérica, sino la necesidad, la ambición y la anticipación de las empresas españolas a los movimientos de un mercado global.

Más vale tarde que nunca, pero llevamos 10 años de desventaja. "Spain, Technology for Life". ¡A correr!




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