viernes, 5 de septiembre de 2008

Bunbury

Recuerdo los tiempos universitarios, en los que mi gran amigo Jesús Marín (ahora en paradero desconocido) me llamaba por teléfono para que escuchara sus interpretaciones -voz y guitarra- de los grandes temas de Bunbury y Los Héroes del Silencio. En aquellos días he de reconocer que Los Héroes no eran un grupo al que profesara especial devoción, por lo que aquellas llamadas musicales, que generalmente se producían en los nerviosos periodos de exámenes, en ocasiones me resultaban hasta molestas.

A la vejez viruelas. Han pasado ya años de todo aquello, pero aunque Los Héroes no hayan acompañado mi adolescencia musical, me siento al menos aliviado de haberlos descubierto a mis largos veintitantos. Agradezco a Jesús el interés mostrado por difundir la palabra de este grupo único y de este cantante -Enrique Bunbury- ante todo singular.

A propósito de Bunbury; he de decir que siempre me resultó un tipo repulsivo. No pongo en duda su talento, pero su forzada excentricidad, su posicionamiento marketiniano en la búsqueda del reconocimiento y el encumbramiento artístico siempre me resultaron artificialmente tediosos. Las mismas entrevistas, las mismas declaraciones, las misma tonterías una y otra vez. Divismo para idólatras. No gracias.

Bunbury es un personaje que se ha hecho a sí mismo a través de retales. Las referencias/coincidencias musicales y de estilo son notorias. Bob está hace tiempo por encima del bien y del mal, pero si Jim Morrison levantara la cabeza, a buen seguro que no estaría nada contento con su fiel imitador. Cortes de pelo, poses, androgenia. Pantalones de cuero. Narcisismo de probeta para autoafirmarse como artista. Aún así, me gusta Bunbury, y creo que cada vez me va gustando más. Es un talento tan heterogéneo que se convierte en único. Me da igual como sea el artista si disfruto lo que canta y la música que hace. Hay suplantadores con mucho talento, y Don Enrique es uno de ellos.


Este 5 de septiembre, Bunbury estrena (en gira) nuevo disco bajo el título de "Hellville de luxe"; una vez más bajo acusaciones de plagio flagrante. Plagio o no, sus incondicionales no le fallaremos, y en cuanto el disco esté en las tiendas lo descargaremos de internet.





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3 comentarios:

Alberto Pincelios dijo...

He de decir que leyendo este articulo me siento plenamente identificado con lo que dices en él. Yo tb soy de los que han descubierto a héroes a edad tardía libre de acné y hormonas revueltas.Pero más vale tarde que nunca y ahora me parecen buenísimos. Bunbury en solitario tb mola y cierto es que es bastante excéntrico, pero hasta eso me parece ideal...

Monty Montbrulant dijo...

Entiendo que lo de descargar la música una vez salga el disco alude a algún tipo de plataforma con autorización de los titulares. En otro caso me parece una curiosa manera de promocionar el comercio exterior de la industria discográfica nacional. Por no hablar de la música del admirado / despreciado Bunbury.

Alex dijo...

Por supuesto me refería a descargar el contenido desde una plataforma de pago, online. Desgraciadamente a Corea del Sur no creo que haya prevista ninguna exportación del disco en cuestión...

Por otro lado, me alegra y anima a seguir escribiendo el ver que entre alguno de mis lectores (espero que no habituales) concurren modernos "don quijotes" defensores del modelo actual/desactual de propiedad intelectual. Espero poder escribir sobre tan polémico e interesante tema cuando esté en condiciones de aportar algo sensato al respeto.


En todo caso, las opiniones vertidas en este blog son siempre realizadas a título personal y nunca en el ejercicio de mis funciones laborales/becariales.