lunes, 29 de octubre de 2007

Los dos mostradores

Hoy he ido a tomar una cerveza después de la jornada de estudio. He acabado con un compañero de clase en un bar de lo más pintoresco, donde tras la barra, los camareros hacían malabares con botellas y cocktails al son de una música estridente y hiphopera. Los escasos parroquianos del lugar se han ido marchando en distintas oleadas alcoholicas, hasta que finalmente hemos quedado mi compañero y yo charlando con los dos camareros; uno guaperillas que hacía el papel (asiático) de Tom Cruise y otro gordito y bonachón aprendiz de John Goodman.

En Korea los extranjeros todavía despiertan la curiosidad de los lugareños, y esto unido a la naturalidad, amabilidad y simpatía de sus gentes se traduce muchas veces en auténticas rondas de preguntas que en algunas ocasiones pueden resultar hasta indiscretas. ¿Qué opinas de Korea?, ¿cuál es tu edad?, ¿tienes novia?, ¿piensas casarte con ella?, ¿qué piensas de las mujeres coreanas? o ¿cuál es tu grupo sanguíneo? son muchas de las preguntas con las que tendrá que lidiar habitualmente un extranjero.

Más de una vez he oido que la sinceridad y la ausencia de ridículos complejos occidentales es otra de las virtudes de este pueblo, pero aún así no he podido evitar pensar que me estaban "entrando" cuando al ausentarse mi amigo para ir al excusado, el camarero me ha dicho que era muy "bello" (en español) y me ha pedido el teléfono...

Mi compañero se ha tenido que quedar con el gordito. Que no hubiera bebido tanto...









2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno eso de que te han preguntado el telefono ser� porque te ve�an que ibas a hacer un "simpa". No nos enga�es

Miss Brightside dijo...

Jeje, o sea que tienes éxito en Corea, eh? Y eso que no hablas coreano y no puedes mostrar tu verborrea...
Po cierto, sabes que toca Quique con Fito en Madrid en diciembre y nos lo vamos a perder? No se puede tener todo...