jueves, 29 de noviembre de 2007

"Simpab"

Lo ocurrido en este relato es real, y su conocimiento por parte de las autoridades coreanas podría acarrear un incidente diplomático grave. Es por ello por lo que no daré nombres reales y utilizaré pseudónimos así como variaré algunos datos para que los protagonistas no sean reconocidos.

Carlos Legratto, empleado de la Oficina Comercial italiana en Seúl, se levantó rápido de su pupitre, y salió disparado hasta la puerta de su clase. Estaba harto de aquellas lecciones de coreano interminables de las que no se enteraba de nada. Estaba harto de tener que volver a ser estudiante, harto de tener que asistir obligatoriamente a clase, harto de tener exámenes y de hacer los deberes a diario. Harto de ser el más torpe de su clase. De ver a las chicas asiáticas en minifalda estaba menos harto.

Aquella fría mañana se había levantado tarde y sin desayunar había salido disparado hacia la Universidad, sin tan siquiera desayunar. Después de dos horas de clase estaba hambriento, y quería llegar cuanto antes a la cafetería, antes de que la riada de alumnos se empezase a aculmular para pagar en torno a la única caja registradora existente. Aquel día la profesora se había entretenido especialmente en explicar el pretérito anterior del verbo "yodar", y ya estaba saliendo en desventaja. Por si fuera poco, su clase estaba en el primer piso, y la cafetería se encontraba en el semisótano. Una trabajo rápida sin rastros, parecía ya imposible.

Cuando llegó a la cafetería, sus temores se habían confirmado: comprar cualquier cosa podría consumir los veinte minutos del ansiado y merecido descanso/recreo universitario. Aún así se armó de valor y agarró un kimpab dispuesto a abrirse paso hasta la caja. Pasaron cinco minutos y la cola no avanzó, seguía siendo el penúltimo de la cola, e incluso aquella japonesa gordita que odiaba se las había arreglado para colarse delante de él aprovechando el caos existente. Se dio la media vuelta. Aquel kimbap estaba especialmente delicioso. En Korea, como en Italia, las cosas gratis, sabían también mejor.







Nota del autor:

El Kimpab (김밥) es una comida típica koreana que consiste en un rollo de arroz (pab) con vegetales en su interior, rodeado de una envoltura de alga verde comestible (kim). Aunque no es una delicia, es relativamente sabroso, no es picante, y llena lo suficiente como para no pensar comer ningún otro plato coreano adicional. El título del post "Sinpab" es un agudo juego de palabras creado con los términos Sinpagare (en italiano, sin pagar, sin contraprestación monetaria) y Kimpab (en coreano, arroz envuelto en alga).




lunes, 26 de noviembre de 2007

El Club

-Tengo ganas de ir a un club
-¿A un puti-club, te refieres, no?
-No, no. A un club
-¿Pero es lo mismo, no?
-Sí...básicamente
-Pues eso.




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Gyeongbokgung

Alguno de mis lectores me ha reprochado a través de un comentario (que por supuesto he censurado) que mi blog carece de"profundidad turística", siendo una especie de cajón de sastre en el que no hablo más que de pamplinas. El caso es que reconozco que la vertiente turística la estoy dejando un poco de lado, así que prometo salpicar más a menudo con alguna nota puramente turística.

Este fin de semana hemos ido a visitar uno de los cinco palacios de Seúl; el palacio "Gyeongbokgung". Este palacio tiene unos 600 años de antigüedad, y fue el palacio principal de la dinastía Joseon (1392-1910), una de las más importantes del reino koreano. Está bastante reconstruído, pero algo de armonía en esta ciudad, aunque sea artificial, nunca está de más.

Korea es un país que ha sido destruído y expoliado numerosas veces. Japoneses, chinos, rusos e incluso americanos han pululado demasiado tiempo a sus anchas por la península arrasando con mucha parte de la cultura y la identidad coreanas. Es muy probable que ese sea el motivo principal del gran nacionalismo coreano actual. La bandera ondea por todas partes.

El caso es que el palacio...poca cosa. Mucho photoshop y mucho cartón piedra. De lejos engaña, pero una vez estás allí, no dista mucho de aquellos míticos decorados policromados del "Laberinto del Chinotauro" . Para pasar la tarde no está mal, pero vamos, que nada que ver con el Faro de Hércules.

Como anécdota complementaria a nuestra visita, tengo que señalar que le pedimos a un educado coreano que nos sacara una foto con alguna estancia del palacio de fondo. Amable y desinteresadamente accedió a nuestra demanda. Nos preguntó nuestra procedencia. Al decirle que éramos españoles, empezó a recitar jugadores españoles de fútbol: Raúl, Morientes, Villa, Cesc, Xavi... ¡Qué gracioso el coreano, se los sabía todos! Yo le seguí el juego y dije: Iniesta, Joaquín, Reyes.

El caso es que cuando quise darme cuenta, me habían dejado solo con el koreano, que había entrado en una especie de trance futbolístico. Silva, Guti, Puyol, proseguía. No paraba de escupir futbolistas, y no podía quitarmelo de encima. Ramos, Casillas, Salgado... Sin saber cómo, me había acorralado entre el estanque de flores de loto y la pared. Mis ex amigos habían desaparecido, pero sabía que debía aguantar sin tirarme al agua, porque antes o después el Koreano desfallecería , no aguantaría la presión, se le acabarían los jugadores y se rendiría. Sólo eran 20 equipos a razón de 22 jugadores por equipo en la liga española.

Capdevilla, Ronaldinho, Robben, Mista. Se le estaban acabando, lo notaba, eran sus últimos latigazos futbolísticos, sus últimas gotitas, la crónica de una muerte anunciada. Aún así, el tipo, estaba totalmente fuera de sí. Cannavaro, Metzelder, Deco. Aquello había acabado.

Reconoció su derrota facialmente, e hizo el ademán de dejarme marchar. Aproveché para ganar algo de terreno y orientarme hacia la puerta de salida, súbitamente, algún resorte se debió activar en su cerebro y comenzó con Alemania y las leyendas de la selección teutona: Rumenigue, Matthaus, Sammer, Klinsmann...Intenté hacerle ver mientras intentaba ganar los baños que yo era español, y que no sabía ni me importaban los jugadores alemanes. Pero seguía persiguiéndome endemoniado con una media sonrisa de entre cabrón e hijodeputa.

Muller, Illgner, Schuster me acuciaba. Conseguí ganar el burladero y me encerré excusándome en una urgencia digestiva. Aquello si que había terminado. Esperé pacientemente sentado en la taza durante una media hora larga. Estaba claro que le había dado esquinazo. Quedaba patente la superioridad de la raza occidental sobre la asiática. Abrí la puerta furtivamente, y me aseguré a izquierda y derecha de que estaba solo. Salí de los baños triunfalmente. Había oscurecido y estaban a punto de cerrar. Abandoné el palacio y subí en el autobús camino a casa. Conseguí sentarme en uno de los pocos asientos libres que quedaban y pasados unos minutos, con el rabillo del ojo vi una silueta ligeramente familiar...

Frings, Lahm, Ballack, Beckenbauer...











viernes, 23 de noviembre de 2007

Calvos

Acabo de llegar a casa empapado. Me ha sorprendido una tormenta espectacular con truenos y relámpagos incluídos. Esta mañana hacía un sol radiante y acertadamente saqué el pesado microparaguas de la mochila. Escribo estas líneas con las enaguas aún empapadas.

Odio la lluvia. Como ya comenté en un post reciente, mis orígenes de secano han marcado con intensidad este aspecto. Además, soy calvo. Los calvos odiamos la lluvia doblemente; somos misóginos del chaparrón, y enemigos íntimos del chirimiri. No existe nada peor que una precipitación a destiempo. El agua saca lo peor de nosotros, poniendo al descubierto los cartones más insospechados...

En Corea no se llevan los calvos. O bien son amigos del bisoñé, o bien son una raza superior; pero el caso es que es difícil encontrar coreanos calvos vivos. Como quiero pasar desapercibido entre la población local cuan Anasagasti oriental, me he comprado un par de gorritos y una gorra muy "fashion". De esta manera, no hay inclemencia temporal que me sorprenda.

¿Y vosotros, queridos amigos calvos lectores? ¿Qué haceis para taparos el cartón? Esta es la sección hecha por y para calvos. Manifestaos.



miércoles, 21 de noviembre de 2007

Jesús Martín

Inauguro el rincón de "Ilustrísimos" con el gran Jesús Martín. Le he elegido el primero, porque va a hacer la oposición a policía nacional (eufemismo de "madero"), y no nos queda demasiado tiempo de amistad.

Me disponía a hacer un gran ejercicio descriptivo de Jesús, alabando sus virtudes y haciendo especial hincapié en sus defectos, pero he encontrado este vídeo que le define en estado puro. No tiene desperdicio.

Koseki, Caminero...Goooooooooooooooooooooooooooool !!!!!






Hasta que la vigorexia nos separe, amigo.






martes, 20 de noviembre de 2007

Frío

Este año la nueva hornada ICEX en Seúl ha resultado ser bastante uniforme en cuanto a procedencia, siendo todos los becarios de la mitad sur de la península. Sevilla, Málaga, Cáceres, Badajoz y Alicante son ciudades en las que se suele vivir la fotosíntesis de una manera especial. No estamos acostumbrados ni a fríos ni a lluvias, y de repente casi sin avisar, el invierno ha llegado a Seúl con especial virulencia. En apenas una semana, las temperaturas suaves y otoñales han dejado paso a las frías corrientes siberianas, y ya hemos tenido dos nevadas considerables. Nos advierten los locales de que ésto es sólo el principio, y que nos preparemos para un invierno duro.

Por ello, ya nos hemos pertrechado pertinentemente con gruesos abrigos, bufandas, guantes y gorros, e incluso alguno ya ha echado mano a la camiseta de interior de tirantes del abuelo. Somos conscientes de que aún así, es probable que alguno de nosotros no sobreviva al invierno. No podemos luchar contra ello. Somos sureños. Manolo, que es el más desnutrido, es el que más papeletas tiene para quedarse en el camino. Pobrecito



sábado, 17 de noviembre de 2007

El pequinés

El perro de los chinos del primero me odia. Siempre que me huele pasando por su puerta ladra histéricamente. Es un animal horrible, mezcla de perro pequinés con sapo pintojo (no sé en qué proporción). Resulta realmente desagradable a la vista.

Ayer intentó morderme las canillas cuando me crucé con él y con su china dueña en la calle. Si por casualidad se me vuelve a acercar, le meto una patada que lo pongo en órbita.








jueves, 15 de noviembre de 2007

Con la A

Ascórbico, acidulado, advenedizo, asintótico, alveolar, anonadado, almizclero, arenoso, atorado, asonante, alicaído, alicatado, asilvestrado, apilado...


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"No lo vi claro"

Autor: Sito
Lugar: n/d
Fecha: 2007
Utilizada frecuentemente por: n/d
Contexto: cualquier momento en el que alquien no lo vea claro

Datos adicionales:
Sito y Eduardo habían conseguido finalmente llevar a aquellas dos chicas al piso. Después de una tarde-noche de cervezas y cubatas, aquellas dos universitarias estaban lo suficientemente borrachas como para acceder a tan deshonesta proposición. Una vez en la casa, siguieron bebiendo hasta las tantas. Espoleados por distintos juegos alcohólico-nudistas, los chicos no tardaron en quedarse en ropa interior, y las chicas desnudas de cintura para arriba... Fue en aquel momento cuando Sito decidió marcharse a la cama.

A la mañana siguiente, Eduardo se levantó exhausto tras una triple noche de arrullos y apasionadas carantoñas. Se acercó a la habitación de Sito y le resumió el tórrido desenlace. "¿Por qué te fuiste a la cama anoche, Sito? " preguntó Eduardo contrariado.

"No lo vi claro" respondió Sito con total convicción...









miércoles, 14 de noviembre de 2007

Los olvidos

En Corea, existe la costumbre de descalzarse al entrar en los hogares. A tal efecto, en todas las casas hay como un pequeño cuadrado en el suelo, junto a la puerta, donde se deben dejar los zapatos. Es un poco coñazo, pero la verdad es que es higiénico, la suciedad de la calle no entra y campa a sus anchas por la casa.

El caso es que no llevo demasiado bien este sencillo y ancestral ritual coreano. Siempre que salgo de casa y he conseguido abrocharme los cordones se me olvida algo: la cartera, el móvil, el mp3... Siempre voy con prisas, y evidentemente no me quito de nuevo el calzado, me doy la vuelta hacia mi habitación, en silencio, camino por la casa enzapatado, a grandes zancadas y cojo lo que he olvidado de manera veloz y sibilina.

Ayer me trincaron con las manos en la masa. Me hice el loco, pero sé que no les hizo nada de gracia. Me da igual, pienso repetirlo. Menudo coñazo.








lunes, 12 de noviembre de 2007

The everlasting

Un disco redondo,"This is my truth, tell me yours" de Manic Street Preachers en uno de sus registros más suaves y melódicos. La evolución de la banda desde el punk hasta los registros más blanditos de los últimos años nos ha dejado auténticas perlas como The everlasting. Melancólico brit pop y canción protesta el de los galeses en este gran disco.

Me ha sido difícil escoger una sola canción de todo el disco; me gustan todas... Este CD lo trillé mucho durante el primer año de mi dilatada vida universitaria, especialmente durante aquellas maratones nocturnas de empalmada y katovit. Ahora no hay examen que haga sin mis Manics. Espero que os guste, y que si encontrais a Richey James le deis recuerdos de mi parte.


Saludos


boomp3.com



Magister

Estos tres primeros meses de mi estancia en Corea he vuelto a ser estudiante de nuevo. Estudiante de Coreano, pero estudiante al fin y al cabo. El curso intensivo de idioma que estamos recibiendo no dista mucho de la universidad: clases todas las mañanas de nueve a una, deberes y exámenes. Las clases están integradas por gente de las más variadas nacionalidades, conformándose grupos de lo más heterogéneos. En mi clase, aparte de mí, hay varios chinos, dos árabes, una tailandesa, un inglés, un par de americanos, un suizo, una kazaja e incluso un mongol (de Mongolia).

Se quejan mis padres (ambos profesores) del actual panorama educativo español, y especialmente de las generaciones de estudiantes que van llegando, cada vez más asilvestradas, embrutecidas e irrespetuosas. Sin embargo, he podido comprobar que éste no es únicamente un fenómeno ibérico.

Nunca he sido partidario de la vieja escuela del reglazo educativo, pero por favor, observen con lo que tiene que lidiar mi pobre profesora coreana a diario. El que no está dormido o eructando está jugando al ordenador, o si no cantando o haciendo fotos en clase...Un panorama desolador, desde luego. Esto con Franco no pasaba.


jueves, 8 de noviembre de 2007

In Memoriam

Mi perro se llamaba Ziro. Era un perro bonito, sin marca, mezcla de pastor alemán y chucho callejero. Era un perro popular, sin pretensiones. Se entretenía ladrándole a las golondrinas y oliendo las entrepiernas de las visitas. Siempre estaba alegre.

Era un can cariñoso y simpático, le encantaba que le acariciasen la cabeza, pero creo que sólo yo lo hacía porque solía tener pulgas. Estoy seguro de que yo era el que más le quería de toda la familia, pero el muy ingrato sólo sentía respeto y devoción por mi abuelo, que era quien le daba la comida, y por mi tio Miguel Ángel, al que temía y obedecía con total sumisión hasta el punto de caminar tras él arrastrándose mientras se meaba encima del miedo y la emoción .

No era muy listo. En sus trece años de vida no aprendió a hacer ningún truco por más que lo intenté. Ni se sentaba, ni daba la pata, y ni tan siquiera reaccionaba cuando le llamabas por su nombre. En algún momento llegué a pensar que podría llegar a tener un leve retraso canino. El perenne encierro en el corral del abuelo y el no haber conocido hembra alguna probablemente contribuyeron a atrofiar sus instintos. Sin embargo, el sólo hecho de que nada más verte saliera a tu encuentro haciendo molinetes con el rabo e intentando saltar sobre ti para lamerte la cara, ya justificaba su canina existencia.

Quise mucho a ese perro. Descansa en paz en el cielo de los perros, amigo.






PD: La coincidencia fonética del nombre del perro con el nombre del Becario Tecnológico ICEX en Seúl es exclusivamente fruto del azar.








miércoles, 7 de noviembre de 2007

La vida es sueño

Menudo susto cuando esta mañana nos hemos dado cuenta de que el conductor del autobús en el que viajábamos yacía inerte sobre el volante. Afortunadamente sólo estaba dormido. Pobrecillo, una noche loca o un ataque de narcolepsia lo tiene cualquiera...



martes, 6 de noviembre de 2007

La sudadera

Quiero comprarme una sudadera . Se me ha antojado una de esas chaquetillas falsas Adidas con cremallera que están tan de moda por aquí por Korea. La que me gusta es negra con las tres listas doradas que recorren desde el cuello hasta la manga. Jairo dice que esos colores son de chica, pero el caso es que a mí me gusta. El otro día Ciro se compró una negra con listas rojas por 10.000 wones (unos 8 euros al cambio). Desconozco si Jairo también la considera de corte afeminado.

Un día después fui a comprar la sudadera al mismo vendedor, que como siempre exponía su género en el hall de la estación de metro. El precio de amigo que me ofreció por la sudadera fue de 20.000 wones, el doble de lo esperado. Intenté en vano el regateo, pero aquel hombrecillo parecía tener muy claros sus márgenes comerciales, y no conseguí rebajarle un céntimo de won. El agravio comparativo estaba servido, por lo que me volví a casa indignado y sin la sudadera.

Esto sucedió hace unas dos semanas, y desde entonces casi a diario he ido al vendedor a intentar reducir el precio hasta los 10000 wones que me corresponden en derecho. He adoptado múltiples personalidades, múltiples apariencias, e incluso distintos tipos de voz y de acento fingiendo ser brasileño, italiano o francés entre otros. Creo que me tiene bien calado, porque hasta hoy sólo conseguí que me la dejara en 19000 el día que me hice pasar por chino.

He intentado encontrar las sudaderas en otros sitios, pero este tenaz vendedor debe haber firmado un contrato de falsificación en exclusiva con Adidas, estableciendo un perfecto monopolio en la ciudad. Un tipo listo. Teoría de juegos y contabilidad analítica avanzada aplicadas. Me quedo sin sudadera, pero me consuelo viendo como la de Ciro se está llenando de bolas. Ya se lo dije: lo barato en ocasiones sale caro.







lunes, 5 de noviembre de 2007

Sentadito en su tejado

Vivo en un edificio bajo, en un segundo. Las vistas no son excepcionales. Basuras en el suelo, y tejados oxidados al frente. La imagen no es demasiado bucólica, pero al menos no tengo edificios grandes delante, y tengo mucha luz.

Hoy no he podido dormir. Un niño no paraba de llorar. Podía oirlo perfectamente desde mi habitación, y me he revuelto en la cama repetidas veces deseándole el mal a él (muerte súbita del lactante) y a su progenie (garrote vil). Poco después, al cabo de una media hora de llanto ininterrumpido se le han unido más niños llorones, que se han coordinado acompasadamente como un auténtico coro. Eran las dos de la madrugada y el concierto de lloros estaba todavía en su máximo esplendor. Según pude calcular en un principio, podría haber del orden de dos tenores y tres mezzo-sopranos. Sólo cuando han empezado a remover las basuras de abajo y he salido a ver lo que pasaba me he dado cuenta del felino engaño.







viernes, 2 de noviembre de 2007

Aparicio

El tema de las casualidades y coincidencias (para algunos necesidades) aún a pesar de estar bastante manido, siempre da bastante juego. En Seoul, mi debut en este sentido ha sido bastante prometedor, con un encuentro de lo más curioso. Cómo dice mi querida compañera Isabel, "paseando por las calles de Seúl nunca sabes lo que te puedes encontrar".

Este sábado hemos salido a cenar, y al salir del metro nos hemos tropezado con un mozo occidental que al oir hablar español se nos ha acercado. Resultaba ser un tipo de Ciudad Real que había comprado por e-bay un viaje Vienna-Seoul por 50 €. Por lo visto, se trataba de una especie de cheque-regalo que había ganado una ancianita en un concurso de la radio y que debido a su avanzado estado de descomposición (el de la ancianita, no el del cheque-regalo) no había podido disfrutar. Todo un chollo.

La comunidad española en Seúl es escasa o en todo caso imperceptible, por lo que siempre es motivo de celebración el encontrar un nuevo compatriota en la ciudad. No opuso demasiada resistencia a tomar unas copas con nosotros. Mientras nos contaba su historia al ritmo de los gintonics, fui advirtiendo que el sujeto en cuestión me resultaba vagamente familiar. Aún así no conseguía ubicarlo del todo.

Después de un par de horas, al fin pude desentrañar su secreta identidad. Se trataba de Aparicio, un ex compañero de colegio mayor. Le recordaba perfectamente,, aunque algo más asilvestrado: era algún año mayor que yo, amigo de Pepegol, de Pablo Castillo y del Gordo (págame), habíamos jugado juntos en el mismo equipo de fútbol, e incluso nos habíamos pegado alguna que otra paliza anti-estrés en periodo de exámenes. Desde luego era él, el mismo Aparicio del que se rumoreaba que había dejado el colegio para irse a vivir con Ismael. Se lo hice saber con ilusión. ¡¡Menuda coincidencia, dos ex-colegiales del Negro en Seúl!! ¡¡Había que celebrarlo!!!

El muy gilipollas no me recordaba. No le volví a dirigir la palabra en toda la noche.



Dualidades gastronómicas

Es viernes, son las 19:00 y acabo de cenar con la familia. La niña ha aprobado su exanen para entrar en el instituto, en la academia de música. Están muy contentos y han traído pollo frito, cocacola y una tarta. Se agradece el detalle.

Los viernes salimos de fiesta. Quedamos toda la comunidad española y alguna que otra incorporación local. Hemos quedado a las 22h para cenar. Por mucho que estemos en Korea, los españoles intentamos seguir con nuestros horarios españoles. La siesta cuando puede caer, cae.

Cenaré dos veces...





jueves, 1 de noviembre de 2007

El autor intelectual del 11 M es Aznar

Cuatro años después, el atentado terrorista del 11M todavía sigue dando de que hablar. La sentencia de la Audiencia Nacional de ayer considera que la relación con ETA y la teoría de la conspiración no existieron aún a pesar de no encontrarse a ninguno de los procesados como autor intelectual de la matanza. Las declaraciones de los socialistas no tienen desperdicio, señalando que "El Autor intelectual del engaño masivo es Jose María Aznar y los colaboradores necesarios Rajoy y Zaplana"...

Muy recomendable el ejercicio de anáñalisis y ética periodística sobre la sentencia del 11M consultando los dos primeros diarios nacionales, El País y El Mundo.

Pedro Jota sigue sin verlo claro...(El PP menos)